Crítica publicada en el diario Tiempo Argentino, el lunes 23 de junio.
Desde que el espectador entra a la sala verá un espacio ordenado y limpio. Un lugar de trabajo, con un escritorio, una máquina de escribir, un teléfono, una biblioteca con libros y un diván. Este estudio es el consultorio de Melanie Klein, una de las principales y polémicas psicoanalistas del siglo XX.
Es el año 1934 en Londres y un acontecimiento trágico -la muerte de su hijo Hans- obliga a la señora Klein a dejar su casa y partir a Budapest al entierro. Deja a cargo a su colega Paula Heimann con tareas específicas y parte de viaje. En la tranquilidad de la noche, irrumpe Melitta Schmideberg, hija de Klein, en busca de la carta que escribió y en la cual revela el verdadero motivo de la muerte de Hans. Escondida bajo llave, el alivio llega cuando descubren el escondite. En ese momento, la señora Klein, regresa y el orden original, desaparece.
“La señora Klein”, del autor británico Nicholas Wright, desmenuza la relación de estas tres mujeres -madre, hija y discípula- y esa noche se convertirá en el campo de batalla que resume el vínculo entre ellas. Esta obra tiene un gran nivel de intensidad y está cargada de textos con referencias históricas que permiten que el espectador espie la humanidad de estos personajes. El autor logra desnudar sus sentimientos más desgarradores y sus odios, dejando sin respiro al público, pero con una gran dosis de humor negro que amortigua los golpes.
La dirección de Eva Halac logra que los tres personajes inunden todo el espacio escénico con sus palabras y gestos
La dirección de Eva Halac logra que los tres personajes inunden todo el espacio escénico con sus palabras y gestos. María Leal interpreta de manera magnífica a la señora Klein y desde el comienzo mostrará las obsesiones del personaje a través de sus palabras, su tono de voz y s forma de moverse. Laura López Moyano (Paula Heimann) y Fabiana García Lago (Melitta Schmideberg), completan este trío. La magníficas actuaciones de ambas equilibra la energía de los tres personajes y logran un conjunto balanceado.
El texto de la obra revelará acontecimientos de la vida de estas mujeres que dejaron su huella en el campo del psicoanálisis. Mujeres que tuvieron que enfrentarse a sus pares, a sí mismas, a sus propios miedos y fantasmas.
Con una escenografía cuidada que tiene como objetivo acompañar en lugar de deslumbrar, el gran logro de esta puesta es el poder de las actuaciones, la dramaturgia y una muy buena adaptación y traducción.
En la ciudad del psicoanálisis, términos como transferencia, superyó o proyección, suenan familiares para el espectador local. Acercar una pieza de estas características, de un autor poco frecuente en la cartelera porteña y con una amplia producción teatral, permite salir de ciertos esquemas del circuito comercial y conocer más sobre los fundadores de esta disciplina, tan cotidiana para los argentinos.
La ficha
- Autor: Nicholas Wright
- Adaptación y traducción: Ricardo Halac
- Elenco: Fabiana García Lago, María Leal, Laura López Moyano
- Dirección: Eva Halac
- Funciones: jueves a sábado, 21 hs. Domingo, 20 hs.
- Teatro: La comedia (Rodríguez Peña 1062)