Crítica publicada en el diario Tiempo Argentino, el lunes 9 de febrero.
El concurso Contar 1, impulsado por un grupo de los principales productores teatrales del país, tiene un objetivo claro y positivo: revitalizar la escena comercial con obras de autores nacionales. De allí surgió Matías Del Federico, este nuevo dramaturgo santafesino, que asegura que su texto ganador llegó a él mientras corría por su pueblo –San José de la Esquina, al sur de la provincia– por orden médica.
Esta anécdota sería menor si no fuera porque, en realidad, nada en Bajo terapia resulta demasiado original salvo el giro del final, que conviene no revelar porque aporta un verdadero elemento sorpresa.
Esta comedia plantea un esquema con seis personajes, que acuden a una sesión de terapia de pareja compartida citados por su psicóloga, que nunca aparece en escena, y les deja una serie de cartas con pautas que deberán seguir a lo largo de la noche. Así, aparecen los personajes: la pareja de profesionales de 40 años (Díaz y Scapola), con dos hijos y problemas de clase media alta; la de jóvenes que recién llegan a los 30 (Lopilato y Pal) y tratan la negativa de ella a convivir, y una más madura (Portaluppi y Figueras) en la que él es viajante y ella, una tímida docente que no trabaja más, muy apegada a su pequeño hijo y dominada por su vehemente marido, y que sale de una depresión que, se sabrá, tiene un secreto escondido.
La asociación con Toc Toc, escrita por el francés Laurent Baffie y que lleva más de cinco años de éxitos ininterrumpidos en varias plazas teatrales del país, es inmediata. Y las reacciones del público, similares: ríen sin parar a lo largo de toda la obra, festejando especialmente los duelos verbales –muchas veces, teñidos de giros vulgares y voces bastante elevadas– entre las parejas y otras combinaciones posibles. La de Díaz-Scapola es la más celebrada: la Paula que encarna la actriz de Guapas es aguerrida y no se calla nada, aunque la intérprete esté un poco fuera de registro, quizá demasiado “arriba”.
El talento del elenco es innegable. La pata más débil es la pareja Lopilato-Pal, a pesar de que ella es una muy buena actriz que aquí está deslucida. El actor de Casados con hijos deja esa sensación: estar haciendo más de Coqui Argento. Quizá sea adrede, pero sorprende esa decisión en un director como Veronese. Portaluppi y Díaz son sólidos y resuelven, y María Figueras es siempre superlativa. Aun aquí, en una propuesta poco afortunada desde el punto de vista de la puesta. Lo positivo es, siempre, acercar nuevas caras al gran público y, también, que surjan nuevas voces.
La ficha
Elenco: Mercedes Scapola, Manuela Pal, María Figueras, Héctor Díaz, Carlos Portaluppi y Darío Lopilato.
Autor: Matías Del Federico
Dirección: Daniel Veronese
Sala: Teatro Metropolitan